miércoles, 28 de marzo de 2012

El perro fiel

Érase una vez una pareja que no podía tener hijos, así que decidieron tener un perro al que empezaron a tratar como a un bebé. El perro fue creciendo y se convirtió en un perro grande y fuerte, pero tambien cariñoso y sobre todo fiel; muy fiel. Un día los dueños tuvieron el tan esperado bebé, y el perro dejó de ser su prioridad. El perro empezó a sentirse celoso del bebé. Un día los dueños salieron a la terraza despreocupados, habiendo dejado al bebé en la cuna dormido. Cuando subieron se encontraron al perro con la boca llena de sangre. El dueño sin pensárselo cogió la escopeta y mató al perro. Pero cuando entraron encontraron al bebé en su cuna llorando y una enorme serpiente muerta en el suelo llena de mordeduras. Los dueños acto seguido empezaron a llorar.
Esta historia demuestra que debes juzgar a las personas por lo que son y no por lo que crees que han hecho.



Alberto de Castro 2ª ESO-C

La batalla decisiva

Sentía miedo y tristeza, a la vez que felicidad y orgullo por haber sido la elegida para poder devolver la alegría al pueblo. Aquellos pensamientos eran por lo que seguía adelante y no me rendía, pero a la hora de ser realista yo sabía que mis pensamientos no podrían vencer a mi miedo.

Mañana tendré que partir muy temprano, no sé lo que me espera, pero aún así no me rendiré, soportaré todo lo que haga falta y demostraré que yo soy diferente y que no soy tan fácil de derrotar como parece. Pero a pesar de todas mis motivaciones tenía mucho miedo, jamás antes había estado  frente a una batalla; y lo peor de todo frente  a una batalla en la que se jugaba la  vida de miles de personas y el futuro del pueblo, de mi pueblo.
Lo primero que oí al despertar fue la voz  de mi madre diciéndome que tenía que haber salido hacía  ya dos horas.

Al oír esto me levanté corriendo, salí de casa y me introduje en el gélido bosque. A medida que andaba, se me iban haciendo heridas en los pies y notaba cómo el frío se metía por mis huesos. Después de tres horas caminando, pude divisar un claro: estaba lleno de polvo que se mantenía en continuo movimiento por el viento. Todo parecía calmado,  así que continué andando. Cada vez que daba un paso había más polvo, más y más hasta que un ejército de personas con armas se cerró sobre mí; traté de contraatacar pero de nada sirvió, se habían abalanzado sobre mí, impidiendo mis movimientos. Ya no podía retroceder en el tiempo, ya no había ninguna esperanza.

Había sido derrotada, el tiempo no me daría otra oportunidad. No había más lágrimas, ni dolor, ahora ya sólo formaba parte del pasado.

No dejes que el tiempo te domine, domínale tú a él.

                       
Cristina Álvarez Martín 2º ESO A

Es hora de que nieven hojas.

Y llega el otoño... es ESA estación. Todo el mundo la odia, da paso al frío, al comienzo de la rutina, al adiós del verano, de la playa, de las vacaciones... Todo se torna gris, nos abrigamos, nos ponemos capas y capas de ropa que parecen no solo ocultar nuestro cuerpo del frío, si no también nuestros sentimientos. La gente se vuelve distante. Por qué no les gustará el otoño? el otoño es esa estación que te indica que es hora de sacar a pasear tus viejas botas de campo, el jersey más gordo que tengas, tus vaqueros gordos y tu bufanda preferida. Es hora de dejar paso al color marrón, al amarillo, al ocre... Es hora de que nieven hojas, es hora de pararse a pensar, a reflexionar, a volver a empezar...
Quizá es que sea rara, pero el otoño es quizás, el mejor momento para mi.

La señorita de los anillos ;)

Estoy sola en un cuarto oscuro y pienso. Pienso qué sería de mí sin mis amigas, la familia y esta vida. Que sería de mí sin mi colegio que tanto me ha enseñado y tanto me ha apoyado. Oigo a mi madre llamarme desde la puerta de casa. Me levanto con mucha tristeza y dejo mi cuarto atrás, el cuarto de mi infancia, que ahora está vacío. Bajo las escaleras lentamente. me doy la vuelta y observo durante un rato el segundo piso,  solitario, sin nadie. Sigo bajando hasta llegar al salón, vacío. Nada lo ocupa, excepto unas cajas de cartón que recogen unos desconocidos y se las llevan a un camión. Me acerco a la ventana y observo el jardín. En el veo los juguetes que se dejaron mis vecinos cuando vinieron a jugar conmigo y mi hermana. Me doy la vuelta y me encaro al salón. Durante un momento creo ver los sofás, la mesa..., pero es una imaginación, no hay nada, solo un espacio grande sin nada que lo decore, nada que lo amueble. Me acerco a la puerta y paso por la cocina, donde mi familia y yo compartimos cenas y risas. Ninguna cena volverá a ser igual. Veo a mi madre esperándome en la puerta con mis maletas. Entro en el coche, hay un silencio sepulcral, nadie habla, todos lloran en silencio, pues ya no volveremos ver nuestras vidas como antes. A veces intento imaginarme que es un sueño, pero se que es real, y que ya no hay vuelta atrás. El coche se pone en marcha. Nos vamos al aeropuerto para empezar una nueva vida en Londres, lejos de España, lejos de la familia, lejos de nuestro hogar.

Una vez sentada en el avión me levanto para ver si puedo salir, volver a casa y quedarme allí., pero es demasiado tarde, se han cerrado las puertas y no se puede salir. Vuelvo a mi sitio a reflexionar sobre esta decisión, esperando a que el avión despegue. Miro por la ventana para despedirme tristemente de Madrid. Ya escucho los motores y nos tenemos que poner el cinturón, vamos a despegar. En ese tiempo pienso en todo lo que vamos a dejar atrás, que es todo lo que de verdad me importa, pero ya es tarde, hemos despegado.


Pilar CASARES ALÁEZ.

martes, 20 de marzo de 2012

Los Reyes Magos

Hoy, día 6 de Enero a la una de la mañana unos ruidos molestos me han despertado y me han obligado a escribir este texto:

El viento ruge y hace temblar mis persianas como la vela de un barco en mar abierto, se escucha la afilada aguja del reloj que suena como los pasos de alguien al que no quieres ver. Me levanto de la cama y con pasos silencios me asomo en la puerta de mis padres. ¡No están! Suenan susurros en el salón, estoy asustado la oscuridad me rodea y mientras bajo el primer escalón la madera de las escaleras crujen sin parar, la luz de la luna crea dos siluetas grandes en la puerta del salón. Me asomo a la puerta, la leche, el roscón, la manzana, no están en los platos, tan solo se observaban pequeñas migas en los platos. De repente veo un extraño familiar en el árbol colocando los regalos. Ahora lo comprendía eran los reyes, pero, no eran ni Melchor, ni Gaspar, ni Baltasar, ¡Eran mis padres! Me descubrieron al gritar un chillido que hizo temblar la casa. Mis padres me desvelaron que la verdadera magia de la navidad se encuentra en la felicidad de estar toda la familia junta y la ilusión a la hora de abrir los regalos en un 6 de Enero.

Sancho Gracia 2°ESO-C

Imposible o improbable?

La Real  Academia Española define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder y define improbable como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente. Puestos a escoger a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad como a todo el mundo supongo, la improbabilidad duele menos y deja una rasgadura en la esperanza, a la épica. Que David ganara a Goliat era improbable pero sucedió, un norteamericano habitando la casa blanca era improbable pero sucedió, una periodista convertida en princesa, el doce uno contra Malta también era improbable pero sucedió. El amor, las relaciones, los sentimientos no se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de amores imposibles sino, de amores improbables, porque lo improbable es por definición probable, lo que es casi seguro que no pase y que puede pasar y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo...

  
Hay momentos en la vida en que una sola decisión en un solo instante cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides disparar a alguien, cuando decides quererlo o no quererlo, cuando decides tirar para adelante, cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea. Esa décima de segundo podrá hacer girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz, podrá hacer de ti un héroe o un criminal, podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.

BY: Los hombres de Paco, es un vídeo de youtube.

¿Qué hemos hecho mal?

Querido lector:
No sé si esto lograra salir, pero necesito contárselo al mundo. Hoy es 22 de Julio de 1938. Mi país está en guerra  y no puedo salir de mi escondite, tengo mucho miedo y nunca puedo dormir, pienso cómo estará mi hermano de sólo quince años o mi padre, si seguirán con vida o si estarán en el campo de batalla, les hecho mucho de menos. Rezo por que mi padre y mi hermano estén bien y que esta pesadilla termine algún día.
Los minutos parecen horas y las horas días que vivo atormentada. Sueño que algún día vuelvo a ver a mi padre y a mi hermano y vuelvo a ver a toda mi familia como antes y hacemos esas comidas que tanto odiábamos de horas y horas; que vuelva a sonreír y ver a mi madre alegre una vez más; que en vez de explosiones o gritos, lo que se oye de fondo sea una música tranquila y alegre que ha puesto mi madre para alegrar el ambiente; que celebre mi cumpleaños o que todo lo que amo vuelva a estar a mi lado, como antes, como siempre, como cuando no estábamos así.
Pienso que me voy a despertar y que es una pesadilla, pero por mucho que pellizco sólo consigo moratones, más lágrimas, más agobio, más tristeza, más dolor.
Espero que después de tanto odio venga una época de amor, de paz, de alegría, de humor, de risas, de buenos recuerdos, de todas las cosas bonitas que pueda haber en el universo y de sobretodo reencuentros, reencuentros con personas a las que amamos más que a nada en el mundo.
¿Por qué todo tiene que ser tan malo y estamos todos tan sorprendidos?, ¿por qué  no podría ser una agradable noticia, que mi hermano se haya ido a el campamento que quería, y mi padre se haya ido de vacaciones con mi madre a Italia en vez de al cielo?, ¿ por qué tiene que ser todo tan malo todo y no todo tan bueno?, ¿ por qué no me acuerdo de todo lo bueno?, ¿ por qué esto no puede ser una pesadilla a la cual dentro de nada voy a salir?, ¿ por qué no veo el sol?, ¿por qué solo veo oscuridad, miedo y oigo gritos?.
¿Qué hemos podido hacer mal  para que pase esto?

                                                                                       
Silvia DOMÍNGUEZ, 2º ESO A

Para Todo Hay Un Tiempo




Y el tiempo pasa, las estaciones se suceden, llega el invierno, el frio, el hielo...
Todo queda blanco, sin color, triste. El mundo se divide en dos: aquellos que saben disfrutar del invierno y aprecian su belleza, y aquellos que solo viven en los recuerdos del verano. Yo estoy de la parte que disfruta, yo siempre intento sacarle un lado bueno a todo. Por que vivir en los recuerdos del pasado, pudiendo crear unos nuevos en el presente? ¿Que no puedes ir a la playa, o que hace un dia de perros? Pues acostumbrate, todo es cuestión de intentarlo, ¿Que no puedes llevar sandalias? Pues no las lleves. Para todo hay un tiempo. Incluso hay tiempo para lo infinito. Aprovecha y saca todas tus chaquetas, abrigos, pantalones gordos y guantes. Vistete de los colores mas bonitos que puedas. Lleva colores rojos que destaquen con el blanco de la nieve. Sal a la calle cuando nieve. Coje un café caliente y observa el mundo. Observa como la gente que corre de arriba a abajo, deprisa, sin tiempo, apurados, estresados, agobiados. Gente que piensa en los recuerdos, que no sonrien. Y luego fijate en los que caminan lentamente, con tiempo, sonriendo, con un café en la mano y con una bonita bufanda de color rojo. Elige un grupo. Siempre hay sitio para marchar aunque no haya sitio donde ir.


El señor de los anillos ;)

La Creación del Laberinto

Mi historia se remonta hace hasta unos cuantos años: estaba en San Francisco, en el Golden Gate Park, para ser exactos. Había salido de casa para alejarme del estrés, aunque con mi ADHD y mi dislexia no es que fuera fácil alejarme del estrés, así que mi padre me metió en un colegio especial para niños problemáticos. Por cierto, me llamo Daedalus, lo sé, un nombre un poco raro. Es griego, mi madre lo eligió. Mi padre me dijo que cuando tenía siete meses se fue y que nunca volvió, pero eso era una mentira de la que luego me enteraría, pero bueno, volvamos a mi historia. Estaba en  el parque y vi algo tan raro que todos los demás no veían. Era un chigua gua enorme, o eso parecía, era tan grande como un elefante. Cuando estaba a unos veinte metros, el perro enorme se abalanzó sobre mí. Después de eso no me acordé de nada más excepto que el perro se convirtió en polvo negro y luego me desmayé de un golpe en la cabeza.
Me levanté de un salto, estaba en una cabaña, tumbado en una camilla. Era de noche, había más gente pero estaban todos dormidos, todos, excepto uno. Era una mujer, su pelo era negro y sus ojos, que podían verse perfectamente en la oscuridad, eran grises. Me incorporé y cuando volví a mirar ya no estaba, solo había una esquina negra en la oscuridad. Me intenté levantar pero me caí al suelo y me volví a desmayar. A la mañana siguiente, me encontré en un porche de una playa sentado en una tumbona; había un hombre que reconocí perfectamente: era mi abuelo.
-   Abuelo, ¿dónde estoy?
-   Estas en una playa.
-   ¿Pero donde?, ¿qué es este sitio?, ¿qué hago aquí?, ¿qué…?- mi abuelo me interrumpió
-   Esas preguntas te las irás respondiendo tú solo, en tiempo.
Nos fuimos de la playa, adentrándonos en una especie de pueblo, todavía titubeaba un poco, pero me sentía mejor. A mi alrededor vi a un montón de gente: niños de mi edad, más mayores, más pequeños… y todos llevaban una armadura al estilo griego, con espadas y escudos, luchando entre ellos.
-   ¿Qué es este sitio?- pregunté, atónito.
-   Este, mi querido Daedalus, es el campamento Zeus, donde…
-   Espera, ¿has dicho Zeus refiriendo al dios de los cielos de la mitología griega?- interrumpí.
-   Exactamente, aquí, hijos de dioses y mortales entrenan para poder sobrevivir a los monstruos que hay en el mundo exterior. Y no sé como querrás llamarlo tú pero no es mitología, es verdad.
-   Pero los monstruos pueden entrar aquí ¿no?, ¿por qué entrenáis si os pueden asaltar en este mismo instante?-
Pregunté un poco atónito por la noticia que acababa de recibir.
-   No, aquí solo pueden entrar mestizos. Los mortales y los monstruos no pueden traspasar las protecciones mágicas.- me explicó.
-   Entonces, yo soy…-las palabras no me salían de la boca.
-   Sí, eres un mestizo Daedalus, hijo de Atenea, diosa de la sabiduría.
No sabía que decir. ¿Como podía ser yo el hijo de Atenea? No podía ser, pero decidí no preguntar.
Mi cabaña estaba llena de gente como yo. Por fin me sentía querido, y mi madre no había muerto. El día se me hizo eterno porque no quise hacer nada, solo tumbarme en mi cama. No hice amigos, pero no los quería, estaba bien como estaba.
Al día siguiente empecé con el entrenamiento. Era muy duro pero me lo pasaba bien. A lo largo de las semanas me empecé a interesar por la arquitectura. Primero estuve haciendo ciudades en miniatura hasta que un día se me ocurrió una construcción extraordinaria. Estuve mes y medio en mi cabaña sin salir, haciendo miniaturas y bocetos de mi construcción hasta que mi abuelo me dijo que saliera a tomar el aire, así que me fui a explorar el bosque y encontré el sitio perfecto para empezar a construir mi invención, pero necesitaba ser debajo de la tierra porque era demasiado grande.
Al día siguiente, le pedí a mi abuelo una herramienta mágica para poder agrandar el espacio un poco y empecé a construir. Iba todo perfecto hasta que la herramienta de mi abuelo empezó a crear efectos secundarios en la construcción pero yo no me di cuenta hasta que empecé a tardar más en volver y cada vez estaba más tiempo construyendo, o eso parecía, hasta que me di cuenta que se hacía más grande y creaba nuevas entradas solo, cambiaba dependiendo de la persona, te intenta liar para que no encuentres la salida o mi taller en el centro de la construcción. Cuando acabé la construcción, aparecí en Chicago, luego en
Nueva York y así viajando por todos los Estados Unidos hasta que me rendí y me quedé en mi taller. Y aquí me tenéis, escribiendo esta historia, solo, en mi taller. Estoy pensando en volver a salir e intentar encontrar mi camino a casa pero ya ni siquiera sé cuantos años tengo y dudo mucho que alguien me reconozca.
Ahora seguro que os estaréis preguntando, ¿cuál es tu extraordinaria construcción? Fácil, es el Laberinto…

Pilar CASARES ALÁEZ.

Juego de repetición

Os dejo con el juego de repetición que me ha salido en clase de lengua. No es muy poético pero es gracioso.
Si cojo un lápiz, me pongo a escribir.
Si me pongo a escribir, hago una historia.
Si hago una historia, está en las bibliotecas.
Si está en las bibliotecas, soy famoso.
Si soy famoso, se me sube la fama a la cabeza.
Si se me sube la fama a la cabeza, empiezo con las drogas.
Si empiezo con las drogas, conozco a gente mala.
Si conozco a gente mala, me meto en líos.
Si me meto en líos, me arruino.
Si me arruino, me quedo pobre.
Si me quedo pobre, me muero.
Conclusión: no cojas un lápiz, coje un boli.
Aunque parezca un anuncio de bic, es divertido. Espero que os guste

Alberto de Castro.

¿Leer? ¿Por qué?

Os dejo este chiste de Forges para reflexionar este fin de semana... ¿Leer? ¿Por qué? Pues alguna razón habrá, digo yo... Se admiten opiniones, chic@s. Por cierto, ante las peticiones de varios blogueros el consejo de redacción se reúne la semana que viene para darle un nuevo aspecto al blog y añadir herramientas. 

¡Feliz fin de semana!


                                                                                Luis López de Arriba.

¡TENEMOS TÍTULO!

Hola, chic@s. Como habréis visto, ya tenemos nuevo título y subtítulo para el blog. Ha sido elegido por todos, de modo que espero que satisfaga a la mayoría. En el camino han quedado Lo que quieras cuando quieras, Estamos literatura2, Un viaje a través de las palabras y El blog de las mil y una historias. Otros buenos títulos se han quedado en las tarjetas, así que no tengo más que agradecer vuestra colaboración y propuestas y, ante todo, comunicaros lo contento que estoy con la actividad del blog y el entusiasmo con el que lo habéis recibido. Espero que siga así y que mejore aún más cuando en breve podáis empezar a publicar entradas. Por último, deciros que a partir de la semana que viene cambiaré también el título en la dirección de internet (si no hay problema será notecorteslalengua.blogspot.com) y que también le daremos un lavado de cara próximamente al aspecto del blog.

Y no me extiendo más. Ánimo y seguid escribiendo. ¡NO OS CORTÉIS LA LENGUA!

Unas pinceladas de otros relatos…

"Salieron corriendo, pero se vieron acorralados por unos treinta encapuchados. Se miraron y acto seguido, con una enorme pirueta salieron hacia Londres. Dos horas después estaban en la capital londinense. Miraron hacia atrás y vieron a sus perseguidores montados a caballo. Como estaban mirando hacia atrás no pudieron ver al encapuchado a caballo que les arrolló. Sintieron las pezuñas del animal en sus cuerpos."

Supervivencia, de Alberto DE CASTRO, 2ºC

"Tras un increíble y memorable concierto, me fui a la playa, sin luces, cámaras ni flashes. Sólo yo y mi guitarra. Entonces, comencé a rasguear sus mágicas cuerdas, haciéndola sonar y, así, de lo más profundo de mi corazón, surgió esta triste canción." 

Vida o muerte de Gary Moore, Guillermo ANTÓN, 2ºC

"Hola, me llamo Luki, soy un joven de veinticinco años que ha vivido una aventura que no podríais imaginar. He viajado en una nave espacial, he vivido cuatro años en otro planeta y he luchado contra muchas dificultades para intentar ayudar a una persona."



La cura, de Álvaro SÁNCHEZ-GUERRA, 2ºA

jueves, 15 de marzo de 2012

TERCER RELATO DEL AÑO: DESCONOCIDOS

Feliz año nuevo, feliz siglo nuevo...” La verdad es que pocas fiestas serán como las de anoche: confeti por todos lados, bebidas gratis, música en directo... Yo soy Fede y estudio matemáticas en el conservatorio de la ciudad. Me considero alguien humilde y buena persona aunque, a veces, un poco egoísta y engreído. Llegué aquí a los diecisiete y éste está siendo mi segundo año aquí. La gente aquí es estupenda y les gusté a todos tal como soy. Esta ciudad me ha cambiado por completo: ahora soy feliz, el más feliz.

Ayer, año nuevo, me dejó mi último paciente. Es duro, pero me reconforta saber que soy de gran ayuda para algunos. Ellos también me ayudan a mí. Ellos son capaces de sacar la más amplia sonrisa que mi boca pueda realizar al contar sus chistes o, simplemente, al observar su cara de felicidad cuando reciben su cena especial de año nuevo. Ellos son... como unos hermanos para mí, son todo lo que tengo. Me llamo Ana. Mis padres me abandonaron a los cinco meses de nacer. La gente me conoce como alguien amable y cariñosa, pero yo les digo que sólo soy afortunada.

El año nuevo, otra vez lo mismo de todos los años: el pesado del tío Fernando con sus cancioncitas, la tía María ridiculizándose con ese estúpido juego de furor, mamá con su asqueroso pastel de fresas... cómo odio mi vida. Me pusieron el horrible nombre de Alfonso y doy clases de filosofía a personas discapacitadas tanto física como mentalmente, ya sabes, personas con dificultades. Sí, ya sé que soy un tipo egoísta, nada amable y un completo indeseable en esta sociedad. Mis amigos... ¿qué amigos? ¡Yo no tengo amigos! Cada día deseo con más fuerzas abandonar este mundo.

Hoy es sábado, por lo que no hay clases. Tengo que salir del campus sobre la una y media de la tarde; hoy mismo es el noventa y cinco cumpleaños de la jovenzuela de mi madre y la vamos a llevar a comer mis hermanos y yo.
Ya es la una y veinte, será mejor que empiece a pensar en salir de aquí. El último coche que tuve no acabó muy bien, así que tendré que coger el autobús. Por fin llega. Nunca antes me había subido a un autobús completamente vacío.

¡Oh no, me he despertado! La una y veinticinco. Ya es casi la hora de comer y la verdad es que tengo un hambre horrible. Yo siempre miro el lado positivo: quizá sea la última vez que tenga hambre... Odio abrir la nevera y comprobar la triste soledad del bote de tomate. Cogeré un autobús que me lleve al centro de la ciudad y allí comeré algo. ¡Por fin! Veinte minutos esperando al autobús, pensé que hoy no comía. El conductor... no sé...Siempre cojo este autobús y este no es el conductor de siempre. Qué raro, esto está vacío... ah pues no, ahí detrás hay un chaval. Tendrá, no sé, unos diecinueve o así. Creo que ni siquiera se ha dado cuenta de que estoy aquí.

¡Dios mío son casi las dos! Llego tarde a... Se me olvidaba, hoy es sábado. Sólo tengo que comprar una pantalla nueva para el monitor de un paciente. Cojo el coche y en un minuto estoy de vuelta en casa. Perfecto, sin gasolina. Siempre se me olvida llenar el depósito. No me queda otra que coger un autobús que me lleve al centro. Qué suerte, hay sitio de sobra. Únicamente hay un chico joven dormido en la parte trasera y un hombre de mediana edad en uno de los asientos delanteros.

Me he quedado dormido. El reloj del autobús marca las dos y cuarto y al mirar por la ventana me doy cuenta de que el conductor no está yendo en dirección a la ciudad. Que raro es esto. Voy solo en un autobús... Ala, no, se han subido un hombre cuarentón y una joven de, no sé, unos veinticuatro años. ¿Por qué frenamos? ¿Qué es lo que pasa? Me estoy mareando y veo borroso...

¿Disculpe, creo que se equivoca de camino? Conductores de autobuses, nunca me hacen caso. Creo que lo mejor que puedo hacer es sentarme en mi sitio y relajarme. Conocerá algún atajo o algo... ¿y ahora por qué frena? Qué mareo, me encuentro fatal, no veo nada...

Quince minutos metido en este autobús y todavía no hemos llegado. Nunca había ido a la ciudad por este camino. Creía que el chaval se había despertado, mira la joven, también se ha quedado dormida. Normal, si con lo que estamos tardando... ¿y ese frenazo? ¡Eh, sí, usted, el conductor! Qué quiere, ¿tener un accidente? Ay, qué mareo, tengo ganas de vomitar, veo... No veo nada...

¿Dónde estoy? Qué frío hace, parece que estoy en una cueva. La chica y el hombre cuarentón están atados y amordazados, yo también. Qué claustrofóbico es este lugar. ¿Quién en ése? ¡Es el conductor del autobús! Se está dirigiendo a la chica, ¿qué le estará diciendo?Menuda bofetada que le ha dado. Esto no me gusta, no me gusta nada. Ahora se dirige al hombre cuarentón. Le está gritando pero no entiendo lo que dice. El hombre parece enfadado, seguro que no le ha gustado lo que le ha dicho el conductor, pero esa patada que le ha dado no le ha servido de nada, bueno, le ha servido para recibir una paliza por parte de éste. Ahora viene hacia mí. Diga lo que me diga y me haga lo que me haga, tengo que evitar ponerme furioso. ¿Eso es un cuchillo? Espero que a mí no me toque la peor parte. Por suerte para mí, ha pasado de largo.

No tengo ni la menor idea de dónde estoy. Parece una cueva. Se me acerca un hombre, ya le había visto antes, creo que... ¡es el conductor del autobús! ¿Qué me va a hacer? ¿Por qué estoy atada a una silla? Me ha dado una tremenda bofetada. También me ha dicho que no haga nada raro. Ahora va a por el hombre que iba en el autobús. Le ha dado una patada al conductor y está recibiendo su castigo. Al joven no le ha dicho nada, sólo le ha amenazado enseñándole su cuchillo.

¿Dónde me he metido? ¿Por qué estoy en una cueva? El conductor del autobús está hablando con la chica y ahora le ha dado un gran bofetón. Como me toque le mato. Ahora viene hacia mí. Estoy muy enfadado, y también hambriento, pero creo que no tendría que haberle dado una patada. Él me está haciendo mucho más daño y creo que estoy perdiendo la conciencia.

Me he conseguido desatar. El conductor se ha ido, tengo que desatar al hombre y a la chica. La chica ya está, pero el pobre hombre ha perdido el conocimiento y resulta difícil despojarle de sus ataduras. Por fin, ya vamos a salir de aquí.

Menos mal que el hombre se ha ido. El joven se ha conseguido desatar y me está intentando liberar a mí también. Como consecuencia de la paliza que el hombre recibió, ahora está inconsciente. Le he intentado reanimar, pero sin éxito. Ahora que le hemos desatado, el joven y yo tendremos que llevarle en brazos. Ahora sólo nos queda salir de este sitio.

Creía que estaba muerto. Qué mal lo he pasado. ¿Qué hago aquí tumbado? No tengo ni idea pero me reconforta estar acompañado del joven y de la chica. Me han salvado la vida.

Nunca había deseado tanto ver la luz del sol. ¡Seré tonto! Todo este tiempo encerrado junto a dos desconocidos, y ni siquiera sé cómo se llaman. “Hola, qué tal. yo soy Fede...” Ana y Alfonso, ésos son sus nombres...

Al fin en el exterior. Creí que iba a morir...”Encantada de conocerte Fede. Yo soy Ana...” El hombre cuarentón también se presentó. Dijo que se llamaba Alfonso. Tengo el presentimiento de que los tres seremos grandes amigos.

“Me alegro de conoceros a los dos. Yo me llamo Alfonso...” Es fantástico conocer gente. Fede y Ana son estupendos y también son mis... amigos.

Fede, Ana y Alfonso se hicieron grandes amigos. No volvieron a saber del conductor del autobús, al que encerraron el resto de sus días. Alfonso descubrió que merecía la pena vivir y, con todo el dinero que tenía, viajó por todo el mundo, aprendiendo cosas nuevas y haciendo nuevos amigos. Veinticinco años después dejó el mundo convertido en una persona feliz. Fede terminó sus estudios y se convirtió en uno de los más ilustres matemáticos de todo el mundo. Decidió casarse con Ana, que trabajó cinco años más en el hospital pero siguió ayudando a las personas que la necesitaban. Ana y Federico formaron su propia familia y se fueron del mundo ya muy mayores, con el pequeño Fede y la pequeña Ana bien maduros.

Cuando uno menos se lo espera, la vida puede dar un giro completo en un solo día.

Álvaro OLIVARES, 2º A

Segundo relato del año: CITA CON LA MUERTE

Era una oscura noche de octubre, el viento gemía en el exterior y una tormenta amenazaba en el horizonte con rebelarse. Era tarde y no había ni un alma por la calle. Me había quedado dormida leyendo un libro y un trueno me despertó. Subí lentamente las escaleras de madera, rompiendo el silencio con el crujido de estas, y me dirigí a mi cuarto. Oí como llamaban a la puerta, estaba yo medio dormida ya e imaginé que lo estaba soñando, pero los golpes aumentaron. Cansada e indignada me levante a ver quién era, bajé la escalera lentamente y abrí la puerta. Apareció ante mí una enorme silueta con negra capucha. Me fije más atentamente y me di cuenta de que tenía una guadaña en la mano derecha. Aterrorizada, cerré la puerta y subí a mi cuarto tan rápido como pude, me dispuse a llamar por teléfono en busca de ayuda, pero no había línea. Alguien la había cortado. Bajé a ver si el teléfono móvil funcionaba, y allí estaba ella, sentada en el sofá. No lo intentes, me dijo, no intentes nada, no lo conseguirás. La pregunte quién era, y ella ni más ni menos me dijo que la muerte. Controlando el miedo me atreví a preguntar ¿qué quieres de mí? Y la Muerte me dijo que llevarme con ella, que mi tiempo se había acabado y había venido a buscarme. Según me fui acercando, fui descubriendo que no tenía rostro, que era una simple silueta de humo la que se ocultaba bajo aquella capa. Convencida de que era la mismísima muerte me entro el pánico, pero el pánico a morir. El miedo ya había quedado atrás. ¿Por qué debo irme? ! ¡No sabes todo lo que me queda por hacer!, le dije, y ella me respondió que en efecto no lo sabía. Amablemente le ofrecí un café, y le dije que si me daba unos minutos la contaría mis planes. Mientras le preparaba un café vienés con poca leche y dos terrones de azúcar, le expliqué que estaba trabajando en mi próximo proyecto, un libro sobre... bueno...mis mejillas se enrojecieron al contarla que era sobre la muerte. Y ella se rió; era una risa triste y apagada. Le pregunté qué ocurría, y resultó que estaba harta de que todo el mundo escribiese sobre ella juzgándola siempre por lo malo, nadie sabía ver sus beneficios, y nadie la conocía. Comprendí su tristeza, y de alguna manera me pareció ver que su indefinido rostro hacia una mueca de dolor. Debe de ser horrible, pensé, eres odiada y temida por el mundo. Y así pasamos toda la noche, ella me contaba sus penas y yo a cambio la contaba mis planes y la consolaba. Jugamos a las damas, y tras varios cafés y unas cuantas anécdotas contadas me dijo que no haría falta que la acompañase si yo no quería hacerlo, que ya nos veríamos más adelante, que lo dejaba a mi elección. Comenzaba a amanecer y la Muerte debía ponerse en marcha e iniciar su camino. Debía recoger cada alma y transportarla al inframundo, a un lugar mejor. Me despedí pues de ella, y la invité a volver cuando quisiera. La vi alejarse, y me di cuenta en aquel entonces de que no había respondido a su pregunta. Recordé en un breve instante aquella noche, todas las emociones experimentadas y los secretos confesados. Y me entró el miedo, el miedo a no volver a verla, pero recordé en mi pensamiento una frase que ella me dijo: tranquila, regresare, todo el mundo debe acompañarme, todos deben de iniciar el viaje.
Han pasado ya muchos años desde aquel suceso y mi libro sobre la Muerte ha sido publicado. Casi me he olvidado ya de aquella noche y apenas recuerdo los detalles. He tenido mucho éxito en la vida y he conseguido muchas cosas a lo largo de mi carrera. Pero cada vez la echo más de menos, noto que algo me falta y no soy capaz de encontrar que es. De todos modos soy ya demasiado mayor para preocuparme por algo que me falta. Es ya noche cerrada y subo a acostarme. De repente oigo los familiares golpes en la puerta. Como aquel día. Abro rápidamente la puerta y allí está ella. La invito a pasar, y le respondo a la pregunta que tiempo atrás aquella noche había quedado pendiente. Sí, le dije. Sí quiero irme contigo. He vivido demasiado ya, y no me hace falta nada más. Tras una larga noche compartiendo experiencias salí de casa. Salí de su mano dispuesta a emprender un largo viaje, un largo viaje que acababa tan solo de empezar.

Alba  GÓMEZ BARRENA,  2º C

Primer relato del año: PESADILLA

Qué pasaría si tú fueras la causa del fin del mundo?, ¿qué pasaría si por una pesadilla se acabara la vida?, ¿si tuvieras que enfrentarte a tus miedos o morir? Pues eso es lo que he hecho. Va a empezar la batalla entre mis pesadillas y yo. Debo ganar, ya que yo, al haberlas creado por medio de mis sueños, soy la única que sé cómo hacerlo. Tengo miedo, furia, dolor, ¿será a causa de todo esto? Me pregunto. Sé qué va a pasar, todo esto ya lo he vivido, lo he ensayado, por medio de mi sueño ¿Será por esto por lo que he tenido estas pesadillas? O, ¿será por culpa de las pesadillas por lo que ha pasado todo esto?. Aunque siempre gano a todos mis miedos siempre hay uno al que nunca supero, es un monstruo llamado Ramir. Fue creado para producir caos, dolor, destruir el amor, la felicidad, la dulzura, la alegría, y producir el fin de todo. Aunque sí sé cómo destruirle sigo teniendo miedo, siento como gotas y gotas frías caen por mi mejilla pero no me molesto en secarlas. Estamos frente a frente Ramir y yo, pero sé que lo que no puedo tener ahora mismo es miedo, porque se hará más fuerte. Sé lo que necesito, algo que siempre acompaña a cada persona, algo que las madres dan, algo inexplicable pero precioso, algo como el amor, el amor de mis padres, amigos, familiares. Allí estaba Ramir se acerca a mí y de mis labios sale: “cómeme, ¡cómeme!” , sentía su aliento. Y en un instante hago que mi amor, mis lágrimas, mi corazón crezca hasta que explote; y así salvaré el mundo, pensé. Unos minutos después sentí un alivio en mi interior. Ya no veía, no oía, no sentía ni pensaba , ya no existíamos ninguno de los dos, ni él ni yo; ya no tenía nada más que flores y un pequeño ataúd.             

Silvia DOMÍNGUEZ, 2º ESO A

¡Bienvenidos!


La poesía es un arma cargada de futuro, decía Gabriel Celaya, el célebre poeta. Borges, el famoso escritor argentino, dijo alguna vez que esperaba que el Paraíso fuera algún tipo de biblioteca. Y don Miguel de Unamuno, siempre b  rillante, dijo cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee, es decir, no leer acaba provocando en el hombre ignorancia e incapacidad de distinguir la verdad de la mentira. Lo cierto es que leer nos despierta, nos motiva y nos enriquece. Pues imaginaos, entonces, lo que será escribir. No hay otra manera de aprender a escribir que escribiendo. No hay mayor placer que sacar a volar la imaginación y llevarla a sitios donde nunca habíamos estado, aventar el ingenio, darle oxígeno, inventar, descubrir, redescubrir, buscar el esencial misterio de la literatura.

Como sabéis, este blog es VUESTRO. Aquí hay lugar para vuestros pensamientos, poemas, relatos, reflexiones, frases, sentencias, críticas de libros, ideas... Este blog es vuestro. Así que yo ya me callo. Confío en vosotros. Os toca .

miércoles, 14 de marzo de 2012

CUENTO COLECTIVO 6

Era su madre, una mujer fatigada y viuda. La verdad es que se parecía bastante a la pequeña joven de la foto, de cabellos morenos, ojos azules, pero algo más mayor. En cuanto entró, aquel extraño hombre se levantó susurrando "Emily". Ese, era el nombre de su madre ¿cómo es que él se lo sabía?. Ella, sorprendida , dejó caer las bolsas de la cena y rompió a llorar, Aaron a consolarla, pero, él adelantó a Aaron ¿qué estaba pasando?. Emily pronunció suavemente su nombre "Aaron", ese era nombre su padre. Emily antes de decir nada se percató y se llevó a su hijo a su cuarto, desde donde no se podía escuchar nada. Unos minutos más tarde empezaron a retumbar por la casa risas como nunca se habían escuchado y la voz de aquel hombre que decía ...
Silvia DOMÍNGUEZ, 2º ESO A

CUENTO COLECTIVO 4

``Lo mejor es olvidar, simplemente olvidar lo que pasó. Llevo ocho años sufriendo porque a una persona se le ocurrió que no era yo su persona ideal''. A lo que el hombre le respondió ``Gracias por tu consejo, amigo, te doy los bombones y la rosa. Espero que a ti te sirvan para algo''. Cuando el hombre se fue Aaron tuvo la sensación de haberlo visto antes. Pero algo le sacó de sus pensamientos; cada vez llovía con más intensidad. Así que, con los regalos del misterioso hombre corrió a casa. Cuando entró en el ático en el que vivía se llevó una gran sorpresa: el hombre estaba sentado en su sillón. Pero esta vez sostenía otra cosa en las manos. Era...
Alberto DE CASTRO.

CUENTO COLECTIVO 5

Una foto, de una chica de cabellos morenos, ojos azules y por lo que dio a entender de corta edad. Aaron tuvo la sensación de haberla visto antes, pero... ¿dónde?, estaba muy confuso, no entendía nada, sabía quiénes eran esas dos personas, pero era como si una parte de su cuerpo no quisiera recordarles.
Cada vez se estaba poniendo más nervioso, gotas de sudor caían por su cara y apenas sentía las manos del temblor.
De repente, se oyó un estruendo, se giró y vio a una persona en la puerta. Era...
Cristina ÁLVAREZ 2º ESO A

Este texto que he puesto es una descripción de una escena de una película que vi un día, espero que os guste.

Estaba acurrucado en la bañera, cubierto de dinero; en una mano sostenía, con pulso no muy firme, una pistola; en la otra solo yacía un manojo de temblores.
Abrieron forzosamente la puerta; él disparó, calló el jefe al suelo; los demás comenzaron a disparar hasta que la bañera de dinero estaba completa mente cubierta de sangre

A él siempre le había entusiasmado el dinero, de hecho, de pequeño mataba por él, pues ahora su único destino, sabiendo que iba a morir, era haciéndolo con dignidad y dando su vida por su hermano.
Ada.

CUENTO COLECTIVO 3

Era una rosa y una caja de bombones. Aaron le preguntó quién era, éste tan solo respondió "soy un hombre con el corazón roto y con el concepto de la palabra amor equivocado". Aaron se preguntaba constantemente qué le podría haber pasado, mil ideas rondaban su cabeza. Finalmente se decidió por preguntar al extraño hombre qué había sucedido, éste contestó "hoy era un día muy especial para mí y para la persona a la que amo, llevamos dos años saliendo y hoy la iba a pedir la mano, mas ella sin ninguna razón no apareció" Aaron entendía su dolor, él habia pasado por lo mismo, aunque de eso ya hacen ocho años. Aaron tan solo le pudo dar el siguiente consejo...
INMA GARRIDO.

CUENTO COLECTICO 2

El hombre resultaba un tanto extraño, parecía huir de la tenue luz que emitía la farola. Llevaba una negra chaqueta, desgastada quizá por el paso del tiempo y los abundantes días de lluvia y frío, algo muy común en esa zona de Manhattan. La extraña figura parecia haber sido interrumpida, tenía algo en sus manos, algo que Aaron no conseguía distinguir. A cada paso que daba, la lluvia iba en aumento. Su casa, a tan solo unas pocas manzanas, se le antojaba ahora a varios kilómetros. Las calles estaban descomunalmente desiertas; ¿tan tarde sería? Se preguntó Aaron. Como respuesta miró su pequeño reloj Diésel, regalo de su padre cuando él había cumplido tan solo 20 años, era extraño que aún lo conservase pues solía ser bastante despistado. Las 23:00... A esa hora solía estar ya en casa, cuando se quiso dar cuenta estaba casi cara a cara con el extraño individuo, y descubrió lo que sostenía en sus manos...
Alba Gómez Barrena.

CUENTO COLECTIVO 1 (leed antes las instrucciones para participar)

Miró hacia arriba y vio cómo salpicaban las gotas en los alféizares metálicos. El continuo sonido del agua en el aluminio le enfrentaba a la monotonía de sufrir una noche más de paseo bajo la lluvia, dejando a un lado los edificios de siempre, esquivando las farolas de siempre, viendo su cara de siempre reflejada en los charcos de agua sucia. Iba, como siempre, con su viejo chubasquero azul y las ganas de llegar a casa y descansar de un largo día. Continuó caminando por la calle hasta alcanzar la esquina; dos calles más y estaría en casa. Dobló la esquina y al fondo de la calle vio una figura de un hombre. Las farolas parecían estar todas fundidas salvo la última, así que la calle parecía un túnel oscuro y el hombre, iluminado por detrás, la única e inquietante salida. El hombre permanecía de pie. Quieto. Inmóvil. Fue avanzando hacia él despacio y cada vez con mayor inquietud...
Luis LÓPEZ DE ARRIBA.

¡OS DESAFÍO!

Hola, queridos(as) blogueros(as). Os escribo para proponeros un juego que creo que os puede gustar. Como ya he dicho, este blog ha sido una sorpresa para mí este año y creo que podemos todavía exprimir más las posibilidades que nos ofrece. La idea es la siguiente: quiero que escribamos un relato entre todos. Os voy a colgar la introducción de un relato que os he escrito y quiero que vosotros lo continuéis. Para conseguir hacerlo de manera ordenada, eso sí, creo que debemos seguir una serie de normas:


1. Sólo se puede publicar una entrada del cuento por día. Así que, antes de publicar, debéis aseguraros de que no haya publicado alguien ese día. Esto nos ayudará a que no se nos acumulen nuevos textos y no tengamos ni tiempo para leerlos.

2. El mismo escritor sólo puede añadir su aportación una vez a la semana. Así, podrá haber más variedad de autores.

3. Sólo se pueden publicar ocho líneas (ojo, en el procesador del blog) en dicha entrada, ni una más ni una menos, así que hay que pensarlas bien. Debe usarse el tamaño y tipo de letra preestablecido en el procesador de textos del blog. Evidentemente, se puede hacer comentarios a las entradas.

4. Los textos pueden ser tanto narrativos como descriptivos o dialogados; todo dependerá de lo que convenga al escritor para continuar el relato. No se trata de lucirnos sino de hacer un buen trabajo colectivo donde todas las partes ayuden al desarrollo del cuento.

5. Debemos tener el ánimo de crear un relato donde cada parte continúe a la anterior y respete lo publicado. De este modo, tenemos que utilizar los personajes de los demás, el espacio, la trama que se vaya desarrollando, etc., aunque añadamos cada vez nuestro propio estilo e ideas o podamos dar un giro al argumento si lo consideramos necesario. También debemos tratar de respetar el tono de la historia y no cambiarlo de manera radical.

5. Cada entrada debe ir firmada por el autor, sin poner pseudónimo o publicar de manera anónima. Si no es así, retiraré la aportación.

LO MÁS IMPORTANTE es la manera de publicar, para que podamos ir siguiendo bien el desarrollo del cuento. Cada continuación del relato se irá publicando en una ENTRADA NUEVA del blog. En esta entrada debemos poner como TÍTULO: "CUENTO COLECTIVO" y acompañarlo del número que corresponda. Es decir, yo voy a publicar el primer texto como "CUENTO COLECTIVO 1" y los siguientes deben ir poniendo el número que corresponda. También es esencial que todo se publique bajo la misma ETIQUETA, de modo que podamos ir al apartado de la barra de la derecha "LO QUE PUEDES LEER" y, pinchando en la etiqueta, leamos todo lo publicado del cuento. Así, la ETIQUETA debe ser "cuento colectivo". Si no respetamos todos estas normas tan sencillas será muy complicado y no habrá manera de seguir el cuento.

OS ANIMO a todos a participar, especialmente a los que aún no han publicando nada, pero me gustaría que trabajarais bien vuestros textos, especialmente siendo tan cortos. Que penséis en la historia, que le echéis imaginación y valoréis la mejor manera de continuar el cuento; es decir, que no lo hagáis de manera improvisada.

Por lo demás, la actividad del blog debe seguir igual. Sigo esperando, como siempre, todas vuestras aportaciones y comentarios.

¡A ESCRIBIR!

Luis LÓPEZ DE ARRIBA.