miércoles, 19 de diciembre de 2012


El mundo está centrado en un universo normal, sin eventos importantes, pero paralelamente al nuestro existe otro universo, donde las cosas ocurren en un orden exactamente contrario al nuestro, amanece con la luna, se vive de noche, ¡Incluso los alumnos enseñan a los profesores! Pero me quería centrar en una vida en particular, la de Ramírez Jorge. Este niño nació midiendo 1 metro 60 centímetros, pesando 50 kilos y con severos problemas de corazón; rápidamente le ingresaron en un asilo donde conoció a una mujer, dos años mayor, se llamaba Domínguez. Pero él era muy joven para su mundo y no se fijaba en las chicas todavía. Pasaron los años y descubrieron que crecía, aumentaba de peso y sus problemas iban desapareciendo, hasta que le sacaron del asilo. Era un “adolescente” ya, y por primera vez en su vida se valía por sí mismo, ya que tenía que cuidar de sus padres ya que se habían vuelto críos, Ramírez empezó con los trabajos más simples, y, para poder convertirse en alguien importante, utilizó parte del dinero que conseguía para pagarse los estudios, iba a la misma universidad que Domínguez, y ya la veía con otros ojos, asique decidió lanzarse, escribió una nota explicando lo que sentía pero ella ya estaba con otro hombre, su piel estaba más estirada, era más maduro, y Ramírez se vio obligado a centrarse en sus estudios. En su último año, Domínguez aceptó, y él le explicó que quería pasar su vida con ella hasta que sus pieles fueran tan suaves como el mármol. Cuando acabó la universidad sus suertes se acabaron, se dirigían al colegio y se separaron, y, mientras él le fue siempre fiel ella estuvo con cientos de hombres. Ramírez se quedó desolado pero su vida seguía, y la situación de sus padres empeoraba, ya solamente querían salir a jugar con los demás padres y sabía que el fin estaba cerca. Su vida era muy sencilla, desayunaba comida china, comía pizza y cenaba cereales, entre medias solo quería estudiar, aunque decidió hacerse responsable y usar la videoconsola 2 horas al día para asegurarse un futuro, porque el día que sus padres no estén, se tendrá que buscar un trabajo más decente. Ramírez tuvo una vida solitaria, no era nada sociable y aparte de Domínguez nunca amó a nadie, y, tras graduarse en su guardería como cum laude, no tuvo intereses en su vida, y, como todo el mundo sabe, cuando su piel se volvía suave, decrecía en estatura a velocidad increíble, ninguna chica le querría, pero él era feliz, ya que, como es un universo donde todo ocurre al revés, morir solo era el sueño de todo hombre, con ninguna compañía más que la frialdad de la tumba, escapando de este mundo con la separación de las últimas 2 células de su cuerpo.

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