miércoles, 14 de marzo de 2012

CUENTO COLECTICO 2

El hombre resultaba un tanto extraño, parecía huir de la tenue luz que emitía la farola. Llevaba una negra chaqueta, desgastada quizá por el paso del tiempo y los abundantes días de lluvia y frío, algo muy común en esa zona de Manhattan. La extraña figura parecia haber sido interrumpida, tenía algo en sus manos, algo que Aaron no conseguía distinguir. A cada paso que daba, la lluvia iba en aumento. Su casa, a tan solo unas pocas manzanas, se le antojaba ahora a varios kilómetros. Las calles estaban descomunalmente desiertas; ¿tan tarde sería? Se preguntó Aaron. Como respuesta miró su pequeño reloj Diésel, regalo de su padre cuando él había cumplido tan solo 20 años, era extraño que aún lo conservase pues solía ser bastante despistado. Las 23:00... A esa hora solía estar ya en casa, cuando se quiso dar cuenta estaba casi cara a cara con el extraño individuo, y descubrió lo que sostenía en sus manos...
Alba Gómez Barrena.

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